jueves, 27 de septiembre de 2007

Y... ¿qué mejor que hablar de amor?

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!

Dulce María Loynaz




Hoy tenía ganas de hablar de este libro "De todo corazón: 111 de poemas de amor" , que aunque ya es viejo, a mi me gusta tenerlo cerca para leer un poema de vez en cuando.
Me compré este libro cuando estaba en el instituto, tendría yo unos 15 o 16 años. Lo había visto en casa de Mariquilla y desde entonces estaba antojada de tenerlo.

Este libro de poemas (111 concretamente) es una selección hecha por José María Plaza, con ilustraciones de Ágatha Ruíz de la Padra. Pertenece a la colección de libros de "El Barco de Vapor", Serie Roja (a partir de 12 años) pero esto no quiere decir que solo sea un libro para niños, yo diría que gusta a gente de todas las edades. Aunque no hay que olvidar que la intención del autor es animar y aficionar a los que empiezan a descubrir la poesía. Todos los elegidos son poemas sencillos y directos, de esos que te hacen recordar situaciones pasadas, propias o ajenas, más o menos cercanas, pero que sin duda, emocionan.

Este no es un libro para leer una vez y olvidarlo, más bien es un libro para tener siempre cerca y leer de vez en cuando alguno de sus poemas, porque leerlos todos de una vez puede resultar más aburrido y no se disfruta igual.


Ala, nada más, ahora a leer poemas de amor...

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Un corte de pelo

Hace unos días me he vuelto a cortar el pelo, no se que interés puede tener esto, jeje, pero quería escribir algo en el blog. Estaba un poco harta de las greñitas que me caian por detras del cuello, así que ya no están.
Una foto tomada ahora mismo con la webcam del portatil lo demuestra:
Adiós greñas, adiós para siempre (o no).

domingo, 23 de septiembre de 2007

TRéBOL


Hoy me he encontrado un trébol de cuatro hojas, sin buscarlo, de pura casualidad, lo vi. No es la primera vez que encuentro uno, de hecho he encontrado muchos de cuatro hojas, alguna vez incluso de cinco, pero siempre ha sido buscando. Esta vez solo miré hacia abajo y la vista se dirigía justo a él. Dicen por ahí que dan suerte, algunos los tienen como amuleto... Yo no soy supersticiosa, no creo nada de eso, pero me gustó encontrarlo así.